sábado, 29 de diciembre de 2012

¿Por qué el hombre que amo me hace sufrir de esta manera?


¿Por qué el hombre que amo me hace sufrir de esta manera?La vida no siempre es justa, el amor tampoco lo es.
Cuando entregas el corazón a manos llenas, cuando hay promesas de amor eterno, planes de vida juntos y todo parece ser recíproco, el dolor se vuelve indescriptible cuando todo se desmorona.
Es doloroso descubrir que lo que pensabas que era recíproco no lo era tanto, y que tú amabas mucho más… y aún amas.


Por qué?
  • ¿Por qué el hombre que amo me hace sufrir de esta manera?
  • ¿Cómo fue que acabó su amor y yo no me di cuenta?
  • ¿Por qué no me dijo que las cosas eran tan serias, que eran tan graves?
Jamás lo imaginé y jamás imaginé que me destrozaría tanto. Es muy triste que tenga que fingir que no siento tanto dolor frente a los demás. Ocultar el dolor no es sinónimo de sentirse mejor. Pero “por buena educación”, ¿será que hay que tragarse todo para evitar darles lástima a los demás? Si eso es así creo que es muy triste, pues hay cosas que uno no debería fingir como eso de mostrarse bien. Aunque tampoco es mi intención andar tirada por las calles del mundo echándome a morir, para que los demás vean que sufro y para que se apiaden de mí, no es esa mi intención y no es eso lo que busco. Sin embargo, me gustaría no tener que fingir frente a mis seres queridos, tan sólo porque ellos “no quieren verme así”, si no quieren verme así entonces para qué me miran. Y actúan con sutileza con uno, te miran y medio sonríen creyendo que así te sentirás mejor, y de nuevo hay que tragarse las lágrimas porque nadie quiere ver a otro llorar.
Es cierto también que el cómo asumo esto es mi responsabilidad, pero pretender pensar que todo está bien cuando tu mundo se destruyó de un momento a otro es demasiado difícil.
Tal vez tenga razón aquella canción cuando dice: “Pero siempre hay alguien que ama más, y ese alguien es el que pierde más”. Me temo que yo fui quien amó más, y no intento disminuir al otro pero no es menos cierto que esto acabó porque ese otro lo quiso así, porque ese otro dejó de amar como aún lo hago yo. Entonces, ¿quién amó más?
A uno le pasan tantas cosas por la cabeza, comienza a pensar en todo aquello que estuvo bien, en las caminatas, en las conversaciones, en la risa, en los planes… y luego te das cuenta que nada de eso valió, pues nunca sirve a favor cuando intentas salvar ese amor que está muriendo. Uno dice: “¿Pero te acuerdas de tal cosa? ¿Recuerdas que dijimos que esto era para siempre? ¿Recuerdas que prometimos comunicarnos siempre? ¿Recuerdas que hablamos de ser tolerantes con el otro? ¿Recuerdas que dijimos que no había nada perfecto en el mundo y que era humano equivocarse?”, y darte cuenta que de nada sirve eso ahora es tan trágico. Sí, trágico porque hace que te mueras por dentro.

Aún en estos momentos, cuando las maletas están hechas y un pasaje que me lleva lejos está comprado, espero a que venga a decirme: “No te vayas, te quiero a mi lado”. ¿Eso va pasar? No, no creo que pase, y no va pasar porque ya no me ama aunque no me lo haya dicho directamente, pero al dejarme ir así es obvio aquello.
Es triste ver cómo se entromete la gente, buscando separarnos para que no hablemos “porque si hablamos nos hacemos daño”. Cada pareja, se supone, es un mundo y cada una de ellas tiene su propia dinámica, por tanto, si es necesario hablar y llorar,¿por qué no dejan que eso pase?¿Por qué se siente alguien con el deber y el derecho a decidir si se habla de tal cosa o no? Por eso es que dicen, y con toda la razón, que más de dos la cosa es multitud y no funciona.
Se supone que se ama también cuando se renuncia, el problema es cuando te hacen renunciar a la fuerza o tú lo sientes así.
Me he despertado hoy con el fantasma de mi viaje, sí, es un fantasma porque siento que camino a la guillotina y sin esperanza de salvarme. Quizás debería resignarme a morir, a que se muera este amor, a que se termine de partir el corazón.
“¿Cuánto tiempo es ‘para siempre’? A veces, sólo un segundo”, dice aquella famosa obra literaria. Ahora creo entenderlo.
¿Por qué el hombre que amo me hace sufrir de esta manera?
Es una pregunta que no entie
ndo ni puedo responder.

 
Quizás un día pueda, quizás…

Razones para no ser infiel


Razones para no ser infielCon nuestra infidelidadlo arriesgamos todo:nuestro hogar, marido y familia.
Realmente no merece la pena, y al final descubriremos que también nos llevará a necesitar arriesgarlo todo por terminar esa relación que está a punto de hacernos perderlo todo.



¿Alguna vez consideraste engañar a tu pareja?
A lo mejor alegando las excusas más comunes, el estrés, la falta de privacidad por los niños… Si estás siendo tentada, igual debieras seguir leyendo para poder pensarlo bien y analizar si realmente merece la pena que sigas fantaseando con ello o no…
Fantaseas acerca del atractivo entrenador del gimnasio, o de ese hombre tan atento y tan galante en tu trabajo… se dice que casi todas las mujeres en algún momento fantasean con tener alguna aventura extramarital, pero sólo un número reducido de mujeres se dejan llevar por esas fantasías, pues a la hora de la verdad, una mujer difícilmente lleva al cabo una relación extramarital.
Pero muchas veces el aburrimiento y la soledad nos llevan a buscar nuevas vías de distracción y entretenimiento, entre las cuales están los pequeños coqueteos yreencuentros con antiguos amigos que nos llevan a sobrepasar el límite de lo correcto e incorrecto.
La emoción del momento le impide a una mujer casada pensar en lasconsecuencias de algo que puede empezar como un juego momentáneo, hasta que ya es muy tarde. Se deja llevar por lo bien que se siente, o simplemente disfruta de algo diferente y sin fuerzas para resistir, ese alguien diciéndote lo bonita, especial y fabulosa que eres y “escuchando” tus confidencias… El pensar en familias rotas, en corazones destrozados por la traición, es algo que está a miles de distancia, lejos de tus pensamientos.
Hasta que no hemos sobrepasado los límites de la fidelidad no nos damos cuenta de lo mucho que estamos arriesgando: Matrimonio, familia y hogar…
  • Al “disfrutar” de una falsa felicidad, no faltan justificaciones, aunque sean inventadas, que “no había pasión”, “me casé muy joven”, “es como un compañero nada más”, “me controla todo”, “me engañó primero”…
  • Esas y mil excusas más que tratan de convencer a cualquiera incluso a la misma mujer infiel, pero la emoción de lo desconocido, también se convierte en temor: “¿y si me llama cuando mi esposo este en casa?”, “¿y si alguien nos mira?”, “Tengo que actuar como si nada está pasando…”, “No puedo dejarme ver vestida así”…
Eres esposa de alguien y madre de unos hijos que te creen lo más puro y verdadero,hiciste los votos sagrados del matrimonio o al menos prometiste ser fiel en la relación. Ahora te encuentras viviendo una mentira y lloras, lloras todos los días, lloras en el baño, en el trabajo y camino de vuelta a casa. No querías que fuera así, pero estás en ello y no encuentras la salidadebes terminar con esto y no sabes cómo terminar algo que ni tú misma sabes porqué o cómo empezó, sientes vergüenza ante ti misma así como ante los demás, pues temes que adivinen en tu rostro la traición, sientes remordimiento y culpa de pensar que cada minuto, cada momento que pasas con tu amante, es tiempo que le robas a tu familia…
Ninguna relación es perfecta y ese mismo hombre con el que te te hiciste amante y quien parecía el perfecto amante, ahora es el hombre por quien lo has arriesgado todo, no siendo tan diferente después de todo… también hace cosas que te irritan y te desilusionan. Buscaste en él unos brazos para escapar de la rutina, de la indiferencia de tu esposo… pero te das cuenta que los suyos también se tornan indiferentes, esos intensos encuentros con tu nuevo “amor” también se hacen viejos y rutinarios…
Ahora sí aprecias cosas de tu esposo que antes ni siquiera notaste, quieres terminar, necesitas terminar con eso, pero el final también puede ser desastroso. Sólo porque tú quieras terminar la relación no quiere decir que tu amante también lo quiera y puedes verte a ti misma, enfrentando amenazas, “si me dejas, se le digo todo a tu esposo”, “si me dejas me quito la vida”… y te arrepientes y quisieras volver el tiempo atrás, haber hecho las cosas diferentes… Sólo te queda tomar una decisión o terminas a riesgo de lo que sea, o continuas en una relación a riesgo de perderlo todo.
Hay cosas que no se pueden dejar para la posteridad, terminar con tu infidelidad es necesario, es imperante, es tu obligación. Esa misma fuerza y valor que sacaste para ser amante, debe salir ahora para terminar con algo que no debió empezar, arriesgaste todo cuanto posees por nuevas emociones, arriésgalo todo ahora para terminarlo y rescata lo que estás a punto de perder.

Suegras contra Nueras



Cuando una pareja se une en matrimonio, lo ideal es hacer su “nido de amor y vivir su paraíso”; muy pocas veces se piensa  en lo que va a pasar con los padres de ambos…
No sé si sea normal, pero sí sé que es muy común que la suegra mire a la nuera o yerno como una persona intrusa…

La suegra desea seguir teniendo parte en la vida de los hijos, y se resigna a aceptar que su hijo ya creció, que no le pertenece a ella y llegan a ser tan celosas que pretenden desafiar a la nuera tratando al hijo como novio, o mas bien  chantajear al hijo para hacerle entender que cuando esta con la esposa no le presta ya a ella la misma atencion … Y es que las madres debemos darnos cuenta de que debemos renunciar a ellos, los hijos no son de nuestra propiedad.
Por otra parte, también tenemos a la nuera quien con todo el derecho toma las riendas de su nueva vida y empieza a manejar las cosas como aprendió en su casa o como se siente mas cómoda, ignora o trata de ignorar, “las instrucciones” de la suegra, que muchas veces se convierten en crítica, y se arman los conflictos de familia que muchas veces toman un giro dramático.
La sensación de rechazo es un sentimiento reciproco, ni la nuera ni la suegra aceptan que las dos, aunque lo piensen, necesiten del reconocimiento y el respeto de cada una. La suegra por su parte, critica y se queja constantemente de “que mi hijo no merece una mujer así”, “ella no le atiende como él está acostumbrado”,especialmente si el hijo ha tenido un acercamiento demasiado estrecho con la madre.
La nuera por su parte, se queja y critica “que es una señora metiche”, “que trata al hijo como que si aún fuese niño” y “que lo absorbe y le roba tiempo con sus hijos y con ella”.
Como en todas las cosas de la vida diaria, debemos tener o desarrollar madurez, especialmente en nuestra interacción con los demás, y mucho más cuando esa interacción es con miembros de nuestra propia familia o con la familia de nuestra pareja, tomando en cuenta que muchas veces, consciente o inconscientemente, podemos herir sentimientos por una palabra o acción que no se pensó antes, a ninguno le gusta que le traten mal o que hablen mal de la madre.
Pienso que como padres, criamos y proveemos a nuestros hijos, los educamos de acuerdo a nuestras experiencias y capacidad, y cuando nuestros hijos están creciendo no pensamos que cuando llegue el día en que sean esposas/os nosotras seremos consecuentemente suegras.

Se dice muy comúnmente que no se pierde un hijo si no que se gana otro, ¿pero será que la nuera/yerno está haciendo lo posible por ganar el puesto de una hija? ¿o estará haciendo la suegra lo mejor que puede para ocupar el lugar de una segunda madre?
Veamos algunas reglas sencillas, para una buena relación entre suegra y nuera.
Reglas para la suegra:
  1. Reconocer que nuestros hijos hacen su propia vida, nuestro tiempo ya pasó, no debemos esperar que la nuera se comporte de la misma manera que lo hicimos nosotras.
  2. Hablar con la nuera o el yerno con sinceridad.
  3. No ver en la nuera o el yerno, a un intruso.
  4. No podemos ni debemos esperar que la nuera haga las cosas como a nosotras nos gusta, cada una tiene su propia personalidad y su manera de trabajar.
  5. Evitar imponer nuestras propias ideas.
  6. No pretendamos que nuestros nietos sean criados como nosotras criamos a nuestros propios hijos.
  7. Demos el consejo sólo cuando nos lo pidan, aun así no podemos esperar que la nuera lo siga al pie de la letra.
  8. No critiques a tu yerno enfrente de tu hija.
  9. Lo que hagan o no con su dinero, no es nuestro problema.
  10. Cuando sea necesario, ayudemos a la suegra o el yerno sin esperar nada cambio.
Reglas para la nuera:
  1. Aceptar consejo sin pensar que es una intromisión.
  2. Aceptar que como hijos tenemos un deber con nuestros padres, pero ambas partes esposo/a debemos saber balancear nuestro tiempo.
  3. Saber cuando y donde poner limites, sin tratar mal, ni hablar mal de la suegra.
  4. Evitar comentarios ofensivos de la madre del la pareja.
  5. Aceptar la experiencia de la suegra, y buscar su orientación.
  6. Cuando recibamos ayuda de la suegra, agradecérselo.
  7. No olvidarnos de que la familia es la parte más importante de nuestra vida, en esto también se incluyen las madres de ambas partes.
  8. Tratar de no ver en la suegra a una rival, tomando en cuenta, que hasta hace poco fue parte fundamental del hijo/a.
Vivir y adaptarnos a las costumbres de alguien que hasta hace poco conocíamos no es nada fácil. Como suegras debemos aceptar que yernos y nueras no tienen que ser de nuestro completo agrado, pero es la continuación de nuestros hijos y es la persona que han escogido como pareja. Consecuentemente, como nueras o yernos si nos integramos a un núcleo familiar, no podemos ni debemos tratar de imponer una nueva forma de vivir. Debemos respetar a los mayores como tales, no debemos olvidar que en la misma medida que damos, podemos pedir, y por duro que sea, debemos hacer todo lo posible de hacer en unestro entorno que reine el amor y que reine Dios, la tolerancia, el respeto, pensando en la formacion y felicidad que merecen nuestros hijos.

"Los matrimonios más felices y exitosos son aquellos conformados por un hombre, una mujer y Dios."


viernes, 28 de diciembre de 2012

Que no hacer de pues de flamante pasion

“Amaos los unos sobre los otros” decía Woody Allen. No hay mejor retratista de la cama que el director estadounidense con su agudeza de diálogos pre y post coitales, con la hilaridad de las situaciones más disparatadas. Creo que fue el primero en ponerse guantes de cocina en la cama (o bueno, puede que no). Con Woody, en definitiva, aparecen retratadas gran parte de esas conductas neurasténicas, infantiles o torpes tras el sexo. En GQ te ayudamos a diagnosticar alguna de ellas para que sepas lo que radicalmente no debes hacer o decir en esos instantes de luminiscencia poscoital: 

1. Comparar 

En el mismo instante en el que salga de tu boca esa comparación con otra experiencia anterior, con otra pareja anterior, en definitiva con OTRA chica, asistirás ante tus propios ojos a la mismísima crónica del bigbang, el desencadenante del apocalípsis, la profecía de los mayas. Un cabreo superior a la prima de riesgo.

2. Pedir perdón 

Sea cual sea tu motivo: no lo hagas.

3. Loas con los compañeros de piso 

Las paredes de los edificios suelen ser finas y nuestro oído superdotado. Chocar los cinco con tu compañero por el pasillo como si formases parte del reparto de 'Colega dónde está mi coche' quizá no le guste. Y evita la danza de la victoria. Puede parecer que no has tenido sexo en bastante tiempo.

4. Whatsappear con otra nada más terminar 

Ella mirará de reojo tu móvil y verá que la conversación es con una tal Raquel. Da igual que sea tu casera, pensará que es tu ligue. Incluso meterte compulsivamente en Twitter, Facebook, Line o cualesquiera que sea la red social. La comunicación no debe estar ahí, está justo a tu lado. Si quieres ver tus notificaciones espera a la visita al baño de rigor (todos los hacemos). Si coges el móvil para meterte en gq.com ya es otra historia. 

5. Pedir puntuación 

“Bueno, no ha estado nada mal, ¿Eh? Esto debe de ser un 8 por lo menos”. Hay algo peor que pedir puntuación. Compartir el nombre propio con el que denominas a tu pene a las primeras de cambio: “Yo diría que el soldadito ha estado de 10 hoy, ¿eh?".

6. Dormir 

Vamos a ser claros: no hay nada mejor que dormir tras el sexo. Pero a las chicas nos gusta un poco de interacción y contacto, aunque sea parcial, inmediatamente después. A todas. Un abracito sutil, unas caricias por la espalda, un ligero toqueteo con el pie izquierdo, una mano posada sobre su espalda, algunas caricias en su pelo. Algo. No te gires y le des la espalda ipso facto. Otórgale esos minutos. 

7. Comportamiento octopus 

Vamos, lo opuesto a dormir. Que una cosa es una abracito y otra muy diferente es intentar conseguir la fusión nuclear con su cuerpo. O alcanzar la total pastelosidad con frases sensibleras del estilo “eres muy especial”, “tengo a una princesa en mi palacio”. El casting para letrista de Álex Ubago es en otro sitio.

8. Comunicación en exceso 

Lo que se conoce como el momento Ryanair. Esa retahíla de perfumes, cigarrillos de vapor, rasca y gana, comida o bebida por megafonía; esas parrafadas de las azafatas en la angustiosa duermevela siendo plenamente consciente de que no vas a poder dormir jamás. Está bien hablar (ver punto 6) pero todo en su justa medida. 

9. Dejar que las pruebas se fosilicen 

A la mañana siguiente sigue ahí, en la misma posición, encogido. El trofeo, el botín, la prueba. Puede que para ti su presencia sea agradable, hasta meritoria. Pero ella se fijará. Recoge ese condón del suelo.

10. Preguntarle cómo se llama

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Humanoides gigantes desenterrados cool

Traemos un tema muy delicado absolutamente trascendental por las consecuencias e implicaciones que puede tener sobre la Historia y los orígenes  la humanidad. A lo largo de la historia se han encontrado  excavaciones por todo el planeta numerosos fósiles de seres humanoides de varios  de altura que no corresponden con la fisionomía osea del ser humano los cuales rápidamente son confiscados y ocultados a la población. ¿Quiénes eran estos seres algunos de más de 10 metros de altura? ¿qué relaciones tuvieron con nuestros antepasados? y lo más importante ¿Por qué se nos ocultan estos hallazgos tan importantes, qué es lo no quieren que averigüemos? 
A. Hombre moderno de hoy que tiene un promedio de aproximadamente de +/- 6 pies o 1.82 mts. 

B. Esqueleto humano de 4.57 mts. (15 pies) encontrado en Turquía sur oriental a finales de los años 50 en el valle del río Eufrates durante la construcción de un camino. Muchas tumbas que contenían gigantes fueron descubiertas aquí. Esto pertenece al cuadro del fémur humano gigante donde aparezco en la foto. 

C. Maximinus Thrax Cesar de Roma 235-238 D.C. Este era un esqueleto de 2.59 mts. (8 pies 6 pulg.) 

D. Goliath medía cerca de 2.74 mts. (9 pies) +/- algunas pulgadas. Samuel 17:4 encontrado a finales del siglo XI. 

E. El Rey Og mencionado en Deuteronomía 3:11 cuya cama de hierro era de aproximadamente 4.26 de largo X 1.82 mts de ancho (14 X 6 pies). El Rey Og medía por lo menos 3.96 mts. de alto (12 pies), aunque algunos dicen que medía hasta 5.48 mts. de alto. 

F. Un esqueleto humano de 5.94 metros (19′ 6 pies) encontrado en 1577 D.C. debajo de un roble desterrado en Cantón de Lucerna (Francia). 

G. Esqueleto de 7.07 mts! de estatura (23 pies) encontrado en 1456 D.C. al lado de un río en Valence, Francia. 

H. Un esqueleto de 7.77 mts. (25′ pies 6″) de alto encontrado en 1613 A.D. cerca del castillo de Chaumont en Francia. Éste fue documentado como un hallazgo casi completo. 

I. Casi más allá de la comprensión o la credibilidad, existe el hallazgo de dos restos humanos independientes de 11 mts. (36 pies) descubiertos por los Cártagos en el periodo del año 200-600 A.C. 

 

GIGANTES ENCONTRADOS EN GRECIA 
¿Alguien dijo Evolución? ¡Ja! 
Esto es asombroso. Esta en las sagradas escrituras, pero ahora más evidencia para nuestros tiempos (Génesis habla de los Nefilim, los gigantes, Goliath era un ejemplo de uno de ellos). 

Prueba de la existencia de los Nefilim. (hallazgo en Grecia)