A sus 40 años, Cameron Diaz sigue siendo una de las actrices hollywoodenses más deseadas. En la entrevista que ha concedido a la edición británica de 'Elle' se atreve a tocar temas tan íntimos como el sexo, los hombres y el matrimonio. De hecho se atreve a decir que uno de sus mejores trucos para estar en forma es bailar y el sexo. Una cosa queda clara: lo convencional no va con ella.
"[El matrimonio] no es a lo que yo me veía abocada. Cuando tenía 20 años no quería casarme. Ni a los 30. Y no necesito que los niños que haya en mi vida sean de mi propia carne. Y de cualquier manera sigue habiendo una posibilidad para eso. No soy tan mayor. Me siento plenamente capaz", desvelaba.
La rubia ya no cree en 'príncipes azules', pero tiene muy claro qué cualidades debe cumplir su futura pareja. En Tom Courtenay, su compañero de reparto en 'Gambit', las ha encontrado todas, pero se lamenta de que tenga 75 años. "Necesitaría un poco de vudú para convertirlo en una persona 40 años más joven".
La estrella ha mantenido sonados romances con Jared Leto, Matt Dillon y Justin Timberlake. Recientemente depositó todas sus esperanzas en el jugador de béisbol Álex Rodríguez, pero sus continuas desavenencias imposibilitaron que la relación prosperase.
No falta picardia en la entrevista de Cameron, que en el pasado no dudó en confesar su adicción al sexo. A la pregunta "¿Qué quema más calorías: 30 minutos de baile o 30 minutos de sexo?", Cameron responde: "Depende de que tipo de sexo tengas. Intenta hacer las dos cosas. Haz ambas cosas en el mismo día, ¡eso es lo que hago!".
Gracias a su intenso ritmo sexual puede permitirse ponerse morada de "cortezas de cerdo". "Es mi snack favorito en todo el mundo", añadía. Resulta sorprendente que una mujer tan espectacular como ella tenga los vicios del común de los mortales, pero seguro que hay gato encerrado. No me creo ni por asomo que su metabolismo sea rápido, ¡esa es la excusa típica de las modelos!
La entrevista íntegra de Cameron verá la luz en diciembre. ¿Qué os parecen sus declaraciones?¿Os creéis todo lo que dice? ¿Responde su rechazo al matrimonio, tal vez, a una decepción con los hombres?
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