El
desayuno, pese a ser una de las comidas más importantes del día, dista
mucho de ser el adecuado en la mayoría de los niños. Ya sea porque no
está instalado el hábito en la familia, porque se levantan muy temprano,
porque prefieren las golosinas del recreo y otras tantas excusas,
muchos chicos evitan el desayuno o lo consumen pero de manera
insuficiente.
¿Por qué es importante que los niños desayunen?
Ante
todo es la comida que rompe un ayuno de 8-10 horas, por lo que provee
al organismo de energía para poder llevar adelante las actividades de la
primera parte del día.
El
rendimiento escolar, tanto físico como intelectual, se ve influido por
el aporte de nutrientes que recibe el organismo. Al respecto, varios
estudios han demostrado que los niños que desayunan adecuadamente tienen
mejor rendimiento escolar que aquellos que no lo hacen. Se han
observado mejorías en la capacidad de concentración, atención, memoria y
por lo tanto, en los procesos de aprendizaje.
Además,
a través de esta comida podemos proveer de nutrientes fundamentales
para el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños, como calcio y
proteínas. Otro beneficio es que un buen desayuno ayuda a llevar una
alimentación más equilibrada y completa a lo largo del día. En el caso
de los niños, el no desayunar los predispone a consumir, en los recreos,
golosinas y snacks ricos en grasas y calorías.
¿Cómo sería un desayuno completo?
Para que este resulte equilibrado y completo debemos incluir alimentos de tres grupos: lácteos, frutas y cereales.
•
Dentro de los lácteos la leche es la principal representante. Esta
puede ser preparada en infinidad de formas: infusiones, licuados,
postres, con saborizantes, etc. También podemos reemplazarla por yoghurt
o trozos de queso.
• Podemos incorporar las frutas en jugos, licuados o en trocitos.
•
Dentro de los cereales podemos elegir los copos o panes de diversos
tipos, budines o galletas, tanto saladas como dulces simples.
Budín cítrico
Ingredientes:
• 200 g de harina leudante.
• 100 g de azúcar.
• 1/2 taza de leche.
• 4 cdas de aceite de maíz.
• Ralladura de la cáscara de dos naranjas (o mandarinas).
• 3 huevos.
• Una pizca de sal.
Preparación:
En
un bol mezclar la leche junto con el aceite y el azúcar. Agregar los
huevos, la ralladura y la sal uniéndolos a la mezcla anterior.
Incorporar la harina en forma de lluvia y mezclar hasta formar una masa
consistente y homogénea. Volcar la preparación en una budinera
previamente enaceitada. Cocinar en horno moderado aproximadamente 45
minutos.
•
Nota: Este budín es ideal para el desayuno de los niños. Puede
guardarse en lugar fresco y seco o en la heladera, que dura unos días
más. También resulta muy útil cortarlo en tajadas y congelarlo. Para
recuperar la frescura se puede poner unos segundos en el microondas o en
la tostadora.
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