“Los hombres son tontos”, “Los hombres son tan desconsiderados y superficiales”, “Los hombres no escuchan”… Las mujeres pensamos que tenemos todas las respuestas, pero hay mucho que aprender de la forma en la que ellos proceden en la vida.
Puede que, según estudios, nosotras vivamos un promedio de hasta 10 años más, tengamos un sistema inmune más fuerte, seamos mejores inversionistas y nos graduemos de la universidad con mayor frecuencia, pero hay cosas en la que los hombres son mejores. El objetivo: continuar amando lo que somos y descubrir qué aprovechar del sexo opuesto.
La expresión anglosajona “Man Up!”, por esta ocasión, la acuñaremos con todas las de la ley. Esta, que en español sería algo como “¡Amáchate!”, hace referencia a que ellos, a pesar de sus inseguridades, salen adelante con mayor facilidad. Por ejemplo, en cuanto a las habilidades como negociantes ellos pueden identificar oportunidades más rápido. Los hombres pueden ver la oportunidad y están dispuestos a ir tras ella mucho más rápido que nosotras, sin darle tantas vueltas al asunto.
Además, están más dispuestos a pedir lo que quieren. Su miedo al rechazo es mucho menor que su deseo por ganar, y también (esta leerla con atención, varias veces) ellos son mucho mejor en no tomar todo tan personal, especialmente cuando se trata de algo profesional.
“No me odien por señalar esto, pero la vida sería mucho más fácil si las mujeres entendieran que todo en la vida tiene una lógica y razón de ser, no hay que volverse loco. Los hombres siguen su propia lógica innata”, dijo en una ocasión el actor de televisión Mihir Mishra.
Según la entrenadora personal Debbie Mandel, autora del libro “Changing Habits: The Caregivers' Total Workout” (Cambio de hábitos: entrenamiento total de los cuidadores), los hombres creen que son lo suficientemente buenos y esa es la clave para salirse con la suya. Y, además, no hablan a espaldas, ni cuentan cada detalle de sus relaciones (bueno, no todos), sino que se enfocan en resolver los problemas con sus parejas.
“Ellos no se preocupan por todo ni de todos, las mujeres tenemos que aprender a dejar ir. Además, debemos aceptar los cumplidos (…), y la mejor estrategia para ser felices y que debemos aprender de ellos, es dar marcha atrás, bajar la intensidad de nuestra voz y renunciar a nuestra necesidad de control cuando sea necesario”, afirma Mandel.
Aunque a veces su capacidad de no expresarse la interpretamos como falta de interés (y puede serlo) ellos no se quedan atrapados en una novela victoriana cuando quieren decir lo que sienten o piensan, los hombres saben cómo decirlo en 25 palabras o menos.
“Las mujeres lo llaman ‘demostrando que les importa’, suelen poner estrés sobre la más pequeña de las cosas y situaciones. Si aprenden a relajarse van a ser capaces de disfrutar de la vida como nunca", dice la estrella de televisión Rohit Roy.
En fin, más allá del estereotipo de que nosotras somos más sensibles de la cuenta y que ellos no preguntan direcciones, sus virtudes viriles nos pueden ayudar a llegar más lejos. Y como dijo el pintor Salvador Dalí, a veces no hay nada mejor que una buena copia mejorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario