Según un informe, el 39% de las mujeres utiliza tacones a diario y de ellas, aproximadamente un 75% sufre algún tipo de patología en los pies: juanetes, artritis, dolores plantares, metatarsos deformados o dedos "martillo" como Kate. Además, los tacones altos causan una gran inestabilidad en el tobillo y aumentan el riesgo de sufrir torceduras, esguinces y fracturas. Además, ejercen mucha presión en la parte delantera de la planta del pie, produciendo dolor y las antiestéticas durezas.
Cuanto más altos son los tacones, más pequeña es la suela: no hay más
que fijarse en un par de zapatos con mucho tacón. Así, la superficie
del pie sobre la que se apoya todo el peso es demasiado pequeña y al no
apoyar correctamente el pie entero y repartir el peso del cuerpo, aparecen dolores no sólo en los pies, sino en la espalda (especialmente en la zona lumbar, donde es frecuente que aparezca la llamada hiperlordosis) y en las piernas.
Los zapatos con mucha punta son unos de los peores ya que los dedos se "apiñan" en la punta, mal colocados y sin apoyar correctamente ni poder estirarse. Los
juanetes, precisamente, son una de las consecuencias más comunes de los
zapatos con punta: el dedo gordo se deforma y se 'desvía', debido a la
presión excesiva de los zapatos muy estrechos.
Pero según los expertos, los peep toes, las hawaianas, las
sandalias de dedo, las de tiras, las bailarinas, los stilettos e incluso
las deportivas también dañan los pies por unos motivos u otros. Al final vamos a tener que ir descalzas... aunque con pies como los de Kate Moss, casi mejor hacerlo con calcetines.
Ha desfilado para las mejores firmas, es un icono indiscutible de la moda y una de las mejores modelos del mundo pero incluso la divina Kate Moss tiene un punto débil: sus pies. La top, que asistió hace unos días a una gala benéfica junto a su marido, se presentó con un espectacular vestido negro y unas sandalias que dejaban ver más de lo que nos gustaría: unos pies descuidados, con heridas, las uñas sin pintar y los dedos deformados. Sin duda, el resultado de años y años de llevar tacones imposibles.
Dra. Carolina Garcia
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