Muchas investigaciones demuestran la conexión entre el sexo y la actividad física. Un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior encontró en un grupo de hombres -hasta entonces inactivos- que después de hacer ejercicios aeróbicos de tres a cinco veces por semana durante un hora, mejoraron sustancialmente su vida sexual.

Con esta serie de ejercicios además de duplicar tu satisfacción sexual, tendrás más ganas de hacerlo y lo harás con más pasión. Te convertirás en un amante mucho más dispuesto y preparado. ¿A qué esperas para empezar?

1. Flexiones. Con más fuerza en la parte superior del tronco se pueden mantener las posturas más tiempo sin cansarse. Así que aunque se trabaja principalmente pecho y triceps, este ejercicio sive para fortalecer el resto del cuerpo y aumentar la resistencia. Si no tienes fuerza suficiente empieza apoyandote en las rodillas, o bien contra la pared. Haz 3 series de 15 repeticiones.

2. Abdominales. Estos músculos participan activamente en el encuentro sexual, así que cuanto más los ejercites mejor ya que además de conseguir aumentar la estabilidad para poder adoptar ciertas posiciones, a los hombres les proporciona un mejor empuje durante la penetración.

3. Cadera arriba. Las elevaciones de cadera fortalecen los músculos de la pelvis, por lo que intensificarían las contracciones orgásmicas. Tumbado sobre la espalda con las piernas flexionadas y los brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, levanta la cadera y mantén la posición durante tres segundos, baja y repite el ejercicio. Realiza 3 series de 15 repeticiones.

4. Peso muerto. Se trata de hacer sentadillas (no es necesario bajar mucho) con un peso entre las manos. Es importante separar las piernas y bajar con la espalda recta y las rodillas para fuera. Realiza 3 series de 10 a 12 repeticiones.

5. Cardio a intervalos. Aumenta la capacidad pulmonar y la resistencia, lo cual te dará fondo suficiente para una sesión de sexo larga y placentera. Puedes combinar carreras con paseos, subir y bajar escaleras, etc.

6. Flexiones laterales. De pie con las piernas abiertas, dobla una pierna hacia un lado mientras extiendes la otra al lado contrario. Así trabajas la parte interior de los muslos; estos músculos presionan el clítoris o la próstata y es más fácil llegar al orgasmo.

7. Ejercicios de Kegel. Tendida sobre la espalda con las piernas flexionadas y los pies separados unos 30 cm y apoyados en el suelo. Los brazos descasan a ambos lados del cuerpo. Para realizar los ejercicios, tensa firmemente los músculos que rodean el ano y la vagina. Manten la contracción durante 8 o 10 segundos, ¡si puedes! Después, suelta los músculos lentamente  y relájate. Haz 25 repeticiones. De este modo fortaleces el suelo pélvico que es sin duda la zona más importante a la hora de tener relaciones sexuales. Es imprescindible para mantener la erección, controlar la eyaculación precoz, favorecer e intensificar el orgasmo en las mujeres...  Además, es tan sencillo (apreta unos segundos y soltar) que podrás hacerlo en cualquier parte y en cualquier momento del día.

8. Bascular la pelvis. Desde la posición anterior, presiona la región lumbar contra el suelo mientras sueltas el aire. Luego coge aire y relaja la columna vertebral. Puedes hacerlo de pie, apoyada contra la pared.