La forma más cotidiana de maquillar los labios es, sencillamente, esparciendo el labial sobre la superficie de los mismos. Sin embargo, en ocasiones especiales no estaría mal completar el procedimiento con algunos pasos más que aumentan la fijación del color y crean nuevos efectos altamente estéticos.
Estos son los pasos a seguir:
- 1. – Difundir el contorno de labios. Pase una capa de base color beige sobre los labios, para unificarlos un poco con el color de la piel. Espolvoree con polvo volátil, si quiere dar más fijación.
- 2. – Delineado. Aunque las tendencias prefieren evitar las líneas muy intensas, y rechazan aún más los trazos por fuera del labio que buscan agrandar la boca, lo cierto es que el lápiz delineador, bien utilizado, puede ayudar a una mejor definición. Por eso, si tiene buen pulso, dibuje la línea de los labios, siempre por dentro de los mismos, con un lápiz color rojo o marrón. Si le cuesta dibujar los labios, marque unas líneas de referencia y luego únalas cuidadosamente. Para un efecto natural utilice un color rosado parecido al color del labio.
- 3. – Rellenar con color. Con un pincel, coloree el labio desde el centro hacia fuera, siguiendo la línea natural de la boca, dando dos pasadas de maquillaje.
- 4. – Fijar el labial. Presione levemente sobre la boca un pañuelo de papel tissue, para quitar el exceso de color pero sin retirarlo del todo. Para evitar que el rouge manche los dientes, ponga los labios como si fuera a pronunciar una U, y en el espacio que se forma entre ambos coloque su dedo índice. Al retirarlo de la boca, verá que se manchó con restos del labial que iba a quedar pegado en su sonrisa.
- Mejorar con brillo. Aunque hay una amplísima variedad de tonos perlados, una boca bien maquillada, se destaca mucho más con un toque de brillo transparente, en toda la superficie de los labios o solo en el centro. Este cosmético, además, es un comodín muy bueno para dar mayor volumen a labios finos.
Dra. Carolina Garcia.
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