Estas fotos sirven para que las generaciones que van subiendo sepan que la guerra que libraron militares y civiles de República Dominicana contra las tropas invasoras de Estados Unidos en abril de 1965, también tuvo cara de mujer.
(Gracias a Lisandra Lantigua)
“Había muchos hombres con las armas en las manos, otros apoyándolos, pero sobre todo había muchas mujeres”, recuerda Vicenta Vélez, compañera del coronel de Abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó y madre de tres de sus hijos. Vélez insiste en que “la trinchera del honor no sólo eran los que combatían con el fúsil, la trinchera del honor éramos todos los que estábamos allá dentro (en la llamada Zona Constitucionalista)”.
Desde lo tradicional como bregar la comida; le llegaban a tareas audaces como entrenarse en el manejo de las armas y luego impartir instrucción a otros combatientes; tareas diversas de logística, como procurar fondos y comida en el interior del país mediante contactos e incursiones fuera de la zona de guerra; servir de correo clandestino, tipificar sangre, organizar la atención a las personas heridas en los hospitales, distribuir documentos, trasladar armas, procurar combustible y enterar a los muertos.
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