Qué es un suplemento
Como nos explica la farmacéutica María González Andrés, “los suplementos nutricionales son aquellos que, ingeridos por vía oral, contienen un ingrediente destinado a complementar la alimentación”. “No son sustitutos de ningún alimento básico en una dieta tan variada y equilibrada como la mediterránea, sino complementos en casos en los que la dieta es deficiente o no aporta la cantidad suficiente de algún nutriente esencial para la salud”, aclara. “Algunos ejemplos de suplementos son las vitaminas, los minerales, las plantas medicinales, los aminoácidos, las hormonas y las enzimas”, dice.
“Comer bien es suficiente si la dieta es excelente y las factores exógenos favorables”, afirma Javier Lobo, director de Marketing y Expansión de Psaging, especialistas en complementos nutricionales, cosmética natural y alimentación biológica. “Lamentablemente esto no suele ser así, es muy difícil seguir una dieta perfecta (no sólo depende del menú diario y la variedad de los alimentos sino también de la calidad de la materia prima)”. “El esfuerzo, el estrés y las exigencias diarias hacen que sometamos a nuestro organismo a un mayor desgaste y, por tanto, que necesite más y mejores nutrientes esenciales”, añade.
Tipos de suplementos
María González Andrés nos hace una clasificación de los diferentes suplementos nutricionales y su efecto según la demanda actual en las farmacias, como en la que regenta en la calle Boix y Morer de Madrid:
- Vitaminas. Vitamina C (prevención y tratamiento del resfriado), vitaminas A y E (antioxidantes usados para un buen estado de la piel), vitamina D (esencial para el buen desarrollo y mantenimiento de los huesos), vitaminas del grupo B (muy importantes en el tratamiento de neuropatías, lumbalgias y alteraciones nerviosas), ácido fólico (imprescindible antes y durante el embarazo para evitar el nacimiento de niños con espina bífida).
- Minerales. Calcio (prevención de la osteoporosis), fósforo (ayuda a mantener una buena memoria), magnesio (básico para un buen estado de los músculos), azufre en forma de cistina, muy importante para el cuidado de la piel, el cabello y las uñas.
- Oligoelementos. Hierro (su déficit es la causa más frecuente de anemia), zinc (se incluye en suplementos nutricionales junto con la luteína y derivados de la vitamina A para evitar la degeneración macular), cromo (se usa en dietas de adelgazamiento ya que está relacionado con el correcto metabolismo de la glucosa).
- Suplementos de origen vegetal. Resveratrol (la “ molécula de la eterna juventud", ya que debido a su potente actividad antioxidante se le atribuyen propiedades anticancerígenas, cardiosaludables, antiinflamatorias, antienvejecimiento...). Valeriana, passiflora, melissa... (efectos beneficiosos sobre el sueño).
- Compuestos de origen animal. Chitosán (procedente del caparazón de crustáceos, ayuda a evitar la absorción de las grasas).
- Hormonas. Melatonina (una hormona que sintetizamos de forma natural pero que en caso de déficit hace que los ciclos de vigilia/sueño se alteren y por eso se está recomendando su uso para ayudar a conciliar y mejorar la calidad del sueño).
Las famosas y la medicina o las terapias ‘antiaging’ los han puesto de moda. Ahora casi todo el mundo toma omega-3, nutricosméticos o complejos vitamínicos pero ¿de verdad son necesarios o bastaría con seguir una dieta equilibrada?
“Si consideramos el estilo de vida que casi el 100% de la población lleva (trabajo, estrés, conciliación de vida laboral y familiar, deporte, comidas fuera de casa...) es casi imposible que nuestra dieta sea equilibrada”, dice María. “Los suplementos son una herramienta que nos permite cubrir las cantidades diarias recomendadas de macro y micronutrientes”. “Prácticamente todo el mundo debería tomar un complejo multivitamínico por lo menos dos veces al año durante periodos de 2 a 3 meses”.
“Hay casos específicos, como el de la gente que tiene el colesterol elevado, en los que aconsejaría tomar un suplemento de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6”, dice. “O el de las personas con problemas de degeneración macular y dificultad de visión debido al aumento de la esperanza de vida, a los que los oftalmólogos prescriben complejos de vitaminas y luteína para frenar este deterioro”.
Según Javier Lobo, “aunque la suplementación ha llegado más tarde a nuestro país, creemos que se va a producir una explosión en el consumo de complementos naturales”.
Dra Carolina Garcia
No hay comentarios:
Publicar un comentario