Los egipcios ya utilizaban la miel hace más de 4.000 años por sus beneficios para la piel. Lo que nosotros denominamos como apiterapia, ya lo practicaban los incas, los chinos… Hoy en día, los productos derivados de la colmena (propoleo, jalea real, polen…) se han convertido en ingredientes fetiche de las fórmulas cosmetológicas más punteras.Las ventajas de éstos productos son las siguientes: biodisponibilidad absoluta, cumplen los códigos ecológicos actuales y su aspecto nutriente cubre nuestras necesidades en pleno invierno… Evidentemente, sus virtudes varían según la calidad del lugar de producción y los métodos de cosecha, precisa Catherine Flurin, fundadora de la marca Ballot Flurin. Hablamos con ella sobre los irresistibles tratamientos a base de miel.
La miel: un detoxificante sin igual
Entre las numerosas propiedades la miel, los diferentes estudios han destacado su capacidad limpiadora. Este producto vivo contiene encimas naturales cuya función consiste en eliminar las toxinas la piel, lo que les convierte en ingredientes estrella para desmaquillantes y jabones. Su acción limpiadora es suave como la miel. La miel blanca es la mejor para pieles sensibles y la miel negra para pieles grasas.La miel: extremadamente hidratante
El fuerte poder hidratante de la miel procede de un porcentaje destacable de más de un 10 % de agua floral natural. Sus propiedades dependen, evidentemente, del lugar donde se haya cosechado: la miel recogida cerca de los ríos es más activa y, la miel procedente de los Pirineos todavía más. Las leches corporales y faciales a base de miel protegen la piel de la deshidratación. Por este motivo son muy recomendables en invierno, cuando la calefacción y el viento gélido resecan nuestra epidermis.La miel: protege y nutre la piel
La piel se vuelve loca con la miel, ¡y tiene sus motivos! Ésta está compuesta de numerosos minerales, vitaminas hidrosolubles pertenecientes al grupo B, indispensables para la epidermis y de ácido fólico (B9). Gracias a la incesante actividad de las abejas, estos minerales preciosos son biodisponibles (capacidad de absorción de la epidermis). Por regla general, se pueden hacer excelentes bálsamos, ungüentos o cremas a base de miel, excelentes para la piel.Destacables virtudes antioxidantes.
Otros ingredientes como la cera de abeja, la jalea real y el propoleo son menos conocidos que la miel pero igual de importantes, ya que cumplen el sueño de rejuvenecer y recuperar la luminosidad de la piel. El propoleo, que se extrae de los huecos de la colmena, es un excelente estimulador de producción de colágeno y elastina, que disminuyen a consecuencia de la contaminación, el tabaco y la edad, evidentemente.La jalea real es una especie de poción mágica, un concentrado de aminoácidos y agua que estimula el metabolismo celular de la piel, aumenta la inmunidad y, además, aporta frescura. Cualquier sérum o crema que contenga uno de estos elementos, reavivará seguro las células de la epidermis. Regálale a tu piel un baño de juventud a la miel, ¡que por una vez la gula no es pecado!
Dra.CarolinaCool
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