Seguro que muchas veces te has preguntado si todo lo que se dice acerca del agua es cierto. Por ello, aprovechamos este espacio para aclarar los principales mitos sobre el tema.
Mito 1: Beber ocho vasos al día para evitar la deshidratación
Según la Asociación Británica de Dietética y el Sistema Nacional de Salud (NHS en sus siglas en inglés) deberíamos beber el equivalente a seis vasos de líquido al día, pero de líquido, no solo de agua.
La mayoría puede obtenerse de la comida que ingerimos (frutas y verduras tienen el 80-90 por ciento agua) y de otras bebidas incluyendo la leche, el té o el café.
No obstante, son muchos los expertos que se oponen a esta teoría. La Dra. Margaret McCartney, en declaraciones para el British Medical Journal, considera que no hay evidencias suficientemente fuertes para afirmar esto con rotundidad, añadiendo que es "un sin sentido ampliamente desacreditado".
Obviamente en condiciones calurosas o de alta sudoración necesitamos incrementar la cantidad de líquido que bebemos para evitar la deshidratación.
El cuerpo actúa como regulador de los niveles de agua, y lo hace realmente bien. Elimina los excesos a través del sudor y la orina, y cuando los niveles disminuyen, la sed nos empuja a beber más.
Mito 2: Café, té y las bebidas calientes te deshidratan
Aunque es cierto que la cafeína tiene un efecto diurético (te entran ganas de hacer pis), es muy leve en comparación con la cantidad de agua que contiene. La mayoría de estas bebidas contribuyen a cubrir la necesidad de agua del cuerpo, sin ningún riesgo de deshidratación.
Mito 3: El agua es inocua
En principio podemos considerar que el agua no es tóxica. Sin embargo, beber demasiada agua podría causar un desequilibrio electrolítico en el cuerpo conocido como 'intoxicación de agua'.
Los atletas de deportes extremos, como los corredores de maratón, han sufrido en algunos casos esta afección. El esfuerzo que realizan hace que suden demasiado, conduciendo el cuerpo a la perdida tanto de agua como de electrolitos, incluido el sodio. Si bebieran mucha agua en un corto periodo de tiempo sin aportar los electrolitos perdidos, los niveles de sodio en la sangre caerían, lo cual pondría potencialmente poner en riesgo la vida del deportista.
Mito 4: El agua embotellada es más segura que el agua del grifo
El agua del grifo que está sujeta a requisitos de sanidad y seguridad muy estrictos, está continuamente testada y es segura para beber. Por otra parte, sabemos que algunas de las embotelladasproceden de las mismas fuentes que el agua del grifo.
Además, los controles de seguridad del agua embotellada son inferiores a los del grifo y consumen importantes recursos en el embotellado, transporte y venta de la misma.
Mito 5: El agua puede ayudar a perder peso
Hay algo cierto en este punto, pero solo algo. Beber agua que está libre de calorías y azúcares es una muy buena manera de tomar tu ingesta diaria de líquidos, sin el azúcar y las altas calorías de los refrescos.
Algunos estudios también han demostrado que beber agua antes de una comida puede ayudar a comer menos. Pero el agua por si misma no va a reducir de ningún modo la grasa corporal.
Si quieres perder peso tendrás que comer menos, reduciendo la ingesta calórica.
Dra. Carolina Garcia.
Dra. Carolina Garcia.
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