Se llamaba Claudia Boerner y, a sus 32 años, lo tenía
todo para ser feliz: era guapa, adinerada y aparentemente no sufría
problemas psicológicos. Sin embargo, su aventura televisiva, en el programa 'La cena perfecta', no fue tan grata como esperaba. Harta de soportar las crueles críticas de los internautas,
que especulaban sobre la cantidad de veces que se había operado,
decidió quitarse la vida. Los detalles de esta historia son
escalofriantes y ponen sobre el tapete la inmoralidad de algunos
individuos.
Alemania está conmocionada por el suceso. Los vecinos de Claudia hallaron su cadáver tras percibir un fuerte olor a gas en su domicilio de Vellmar, en el centro del país. Nadie sabe a ciencia cierta lo que se le pasó por la cabeza para provocarse la llamada 'muerte dulce', pero, tal y como apunta 'The Daily Mail', el ciberacoso al que fue sometida pudo ser el desencadenante.
Los 'trolls' que vilipendiaron a esta joven se burlaban de su constante "búsqueda de atención" y sostenían que sus pechos eran "falsos". Su único pecado fue lucir escote y demostrar en la pequeña pantalla que podía ser una buena anfitriona.
El canal Vox anunció la "lamentable noticia" en su página web. No obstante, sus responsables se lavan las manos y no se consideran partícipes de este trágico final. "No sabemos si Internet influyó en este caso. Enviamos nuestras condolencias a los amigos y familiares de Claudia", aseveraba Corinna Teuner, portavoz de la cadena.
Internet se ha convertido en un lugar idóneo para expandir el 'bullying', una práctica repugnante que va más allá del ámbito educativo y no afecta solo a adolescentes. Claudia es un buen ejemplo.
Esta joven, de "mente abierta" según sus amigos, daba mucha importancia al 'qué dirán'. Ahora bien, ¿su triste desenlace es un caso aislado o un ejemplo más de que la red hunde a los débiles? ¿Deberían tomar cartas en el asunto las autoridades para frenar el ánimo insidioso de los 'trolls'?
Dra. Carolina Garcia.
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