- Los rayos solares, y sobre todo las radiaciones UV, son más fuertes
entre las 10 y las 15 hs del día por lo que se debe evitar la
exposición a estas horas.
- Aplicar el bronceador antes de la exposición, de ser posible 30 minutos antes.
- Reforzar la aplicación del filtro solar cada 30 minutos, y aquellos resistentes al agua cada 90 minutos.
- Nunca usar refrescos cola como bronceador ya que, además de no ofrecer protección, pueden incrementar el daño solar.
- Para prolongar el bronceado, se puede lavar el rostro con una
infusión de té bien fuerte. Pero, como es astringente, después hay que
nutrir bien la piel con una leche hidratante.
- Ciertas manchas solares pueden aclararse aplicando un algodón fino empapado en una infusión de perejil o zumo de limón.
- Para adquirir un buen bronceado es bueno consumir jugo de zanahorias a diario, un mes antes de la exposición al sol.
- Para acentuar más el color, luego de exponerse al sol, aplicar un bronceador sin sol.
- Para lograr un color más intenso, unos 10 días antes de la primera
exposición al sol, es bueno realizarse un peeling corporal para retirar
de la superficie de la piel las células muertas.
- El tono de piel es un factor que puede permitir un mayor tiempo de
exposición. Sin embargo, aún las pieles oscuras no están libres del daño
solar, aunque las pieles blancas son evidentemente más susceptibles.
Dra. Carolina Garcia
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