El artista argentino Miguel Douras expone sus pinturas cada verano desde hace diez años en la galería más alta del mundo, situada a 4.361 metros de altitud en el campo base de Plaza de Mulas, en el camino al cerro Aconcagua, conocido como "el techo de América".
"Llegué aquí como casi todos, a intentar subir una montaña, pero vi que me sentía cómodo y que era la oportunidad de hacer cosas", aseguró Douras a Efe, en una entrevista en la carpa que sirve de sede a esta peculiar galería de arte, reconocida el año pasado como la más alta del mundo por el Libro Guinness de los Récords.
Aunque el reconocimiento marca la "exclusividad" de su iniciativa, no asegura "la calidad de la pintura", admitió el artista.
Esa distinción "no quiere decir que mi pintura sea buena o mala", agregó Douras, que cursó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de Buenos Aires.
"Aquí renació para mí el ímpetu y la fuerza interna para pintar", dijo el pintor, que cumplió este año su décima temporada en Plaza de Mulas, donde organiza su exposición entre "principios de diciembre y finales de febrero", la temporada de ascensión habitual al Aconcagua, correspondiente al verano en el hemisferio sur.
"Estar aquí me permite conocer muchísima gente de todos los lugares, colores y clases sociales", reconoció Douras, lo cual le permite ser "muy popular fuera", e incluso fue invitado a exponer en la galería de arte latinoamericano de Domburg (Holanda).
El principal tema de su pintura es el paisaje de la alta montaña andina, que retrata por medio de técnicas como el óleo y el pastel, aunque también cuenta en su exposición con cuadros de otras temáticas.
"Intento mostrar trabajos del Aconcagua, y otros que no lo son, mi vida continúa abajo y sigo pintando donde estoy", explicó Douras, que durante el invierno suele residir en la localidad de Mar de las Pampas, en la costa atlántica argentina, 350 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Tras diez veranos, Douras ha podido mejorar paulatinamente su galería de alta montaña, que ha pasado de una "pequeña carpa unipersonal" en 2002 a la actual, bautizada como 'Nautilus', de 10 metros de largo por 4 ancho, que también utiliza para dormir.
La pintura no es la única curiosidad del asentamiento andino de Miguel Douras, que tiene en su carpa un punto de comunicación por satélite, por lo que el artista y montañero argentino presume de haber sido también "el primero en poner un acceso a Internet" en la base.
A esta conexión instalada en diciembre de 2002, que fue en su momento el punto más alto del mundo con conexión a Internet, siguió al año siguiente la instalación de una cámara web, en su momento también la más alta de todas las situadas en el planeta.
Esta cámara, hoy la tercera en altura de las que retransmiten señal en vivo, según el propio Douras, le permite mostrar todos los veranos imágenes del campamento base de Plaza de Mulas las 24 horas del día a través de Internet.
La conexión por satélite le permite estar siempre informado acerca del pronóstico meteorológico y ofrecer un servicio de llamadas que es una ayuda importante para los montañeros y los visitantes de la zona.
"Nos vemos la próxima temporada, gracias", se puede leer en su página web www.aconcaguanow.com tras el final de la temporada de ascenso al Aconcagua.
En diciembre de 2012, Miguel Douras espera volver a instalar sus pinturas en el camino a la cumbre. "La fuerza para pintar continúa y se incrementa", finalizó.
Dra. Carolina Garcia.
Dra. Carolina Garcia.
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