Todavía queda un poco de verano en el hemisferio sur, la gente todavía disfruta de las playas y del Festival de Viña,
y nos pareció una buena idea conocer un poco más sobre el indudable
rey de la playa, la piscina y el bronceado en este retorno del “origen de“: el Bikini.
Aunque muchos creen que el bikini recién apareció en la década de
1940, cuando causó polémica y shock en los balneareos de Francia, lo
cierto es que las mujeres vestían trajes de dos piezas de este tipo por
lo menos desde el año 1.400 antes de Cristo. En ese entonces, era la
ropa deportiva femenina de la antigua Grecia. También hay registros de
su uso en la antigua Roma, pero lo cierto es que las costumbres
cambiaron mucho en los años venideros, y el bikini como lo conocemos hoy
permaneció censurado por siglos, hasta la década de 1900. Una
competencia entre un ingeniero automotriz francés y un diseñador fueron quienes lo lanzaron a la fama.
Moral y buenas costumbres
Mostrar algo de piel más que las manos y la cara fue muy mal visto
durante mucho tiempo en el mundo occidental, por lo que los primeros
trajes de baño femeninos consistieron en una especie de pijama que
cubría desde las muñecas hasta los tobillos y que estaba decorado con
horribles rayas horizontales rojas y blancas. Al poco tiempo se ganó el
apodo de “traje de prisión”, y aparentemente nadie salía a hacerse la
sexy con este atuendo en la playa.
De a poco, sin embargo, fueron desarrollándose versiones más cómodas,
impulsadas por un lado por temas deportivos (en 1913 se aceptó la
natación femenina en los Juegos Olímpicos) y actividades de otro tipo,
como el cabaret, lencería y modelos estilo pin up, pero en este lado era
más un disfraz que un real traje de baño.
1946 y el fin de la guerra
Se considera que los “padres” del bikini moderno son el ingeniero
automotriz francés Louis Réard, y el diseñador de modas Jacques Heim,
quienes en 1946 lanzaron simultáneamente pero por separado esta prenda
de vestir en Paris. El verano de 1946 fue el primero libre de guerra en
Europa en años, lo que motivó una ola de ganas de vivir la vida que
hasta el momento no había sido posible en la zona.
Aunque la profesión de Réard no tenía mucho que ver con la ropa, en
esos tiempos el ingeniero estaba administrando la tienda de lencería de
su madre en la capital de Francia. La idea de hacer un traje de baño
pequeño le vino a la mente cuando se dio cuenta de que las mujeres
“arremangaban” sus trajes para conseguir un mejor bronceado.
Su competidor, Heim, comenzó a vender su invento bajo el nombre de “átomo” con el eslogan
“el traje de baño más pequeño del mundo”. Réard respondió diciendo que
el suyo era “más pequeño que el más pequeño del mundo” y lo llamó
“bikini”, por el Atolón Bikini, lugar donde Estados Unidos realizaba por
entonces pruebas de bombas nucleares. Réard pensó que la ropa causaría
tanta conmoción como una bomba.
Marketing
El bikini de Réard era tan osado, que el ingeniero no pudo encontrar a
ninguna modelo que quisiera usar la prenda para promocionarla. Así,
Réard terminó contratando a Micheline Bernardini, una desnudista de un
casino de París.
Bernardini vistió un bikini de amarras hecho con 194 cm2 de tela, y
se paseó por una piscina pública de la ciudad. La prenda causó sensación
– especialmente entre los hombres – y Bernadini recibió 50.000 cartas
de “fans” tras el evento. Aunque el modelo más modesto de Heim fue el
que ganó más aceptación entre las usuarias que lo empezaron a vestir en
la playa, la propuesta más atrevida de Réard finalmente hizo que el
bikini dominara el mercado.
No pasó mucho tiempo hasta que mujeres jóvenes empezaron a desafiar a
la sociedad en que vivían vistiendo bikinis. Gobiernos como el de
España e Italia aprobaron leyes para prohibir esta prenda en las playas
públicas por indecentes, pero no tuvieron mucho efecto y para 1950 el
bikini dominaba las playas europeas.
El bikini se transformó en un símbolo de expresión y liberación
femenina. Fueron las mujeres que comenzaron a vestirlo las que lo
impusieron, rompiendo con la costumbre que las mantenía sin poder
mostrar su cuerpo. Y hoy, el bikini ya se convirtió en un estándar que
está lejos de escandalizar a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario